La Dirección de Presupuestos aún no ha oficializado el monto a asignar al Gobierno Regional del Biobío en 2026, sin embargo, las conversaciones preliminares apuntan a una disminución en los fondos cercana a los $6 mil millones, respecto de los $123 mil millones correspondientes a este año.
Una situación que mantiene en alerta a las autoridades locales, en particular a los parlamentarios que deberán votar la última Ley de Presupuestos de la administración Boric, que delimitará la cancha en materia fiscal para el primer año de la próxima administración.
Para el senador Enrique Van Rysselberghe, si bien es importante que el Gobierno ajuste el gasto fiscal, “esta reducción no puede hacerse a costa de las regiones, afectando principalmente a los proyectos de inversión social e infraestructura”.
Desde la Cámara de Diputadas y Diputados, Marlene Pérez (IND-UDI) cuestionó la decisión de recortar el presupuesto para todos los gobiernos regionales. Junto con relevar las prioridades del Biobío, la parlamentaria llamó a actuar en conjunto entre los distintos sectores políticos en esta materia, ya que “no aceptaremos que el esfuerzo de nuestra gente se gaste en Santiago y no regrese a quienes producen esa riqueza”.
Una visión similar planteó la diputada Francesca Muñoz, quien interpeló directamente al ministro de Hacienda, Nicolás Grau, por su vínculo con la zona a propósito del Plan de Fortalecimiento Industrial. “No corresponde que los vecinos de la Región del Biobío paguen los costos de la mala administración del presidente Boric”, aseguró la política socialcristiana.
En tanto, la representante del Distrito 21, Joanna Pérez (Demócratas), sostuvo que “los gobiernos regionales merecen respeto” y denunció que para el presupuesto 2026 los gores oficialistas tendrían una merma menor que los de oposición.
La preocupación por el recorte presupuestario para 2026 también fue manifestada por los gremios empresariales. A través de un comunicado de prensa, la CPC Biobío planteó que “no podemos hablar de descentralización real si cada año vemos cómo se recortan los recursos que permiten a las regiones tomar decisiones estratégicas”.