En una sesión calificada como histórica, el Consejo de Monumentos Nacionales aprobó por unanimidad la declaratoria como Monumento Nacional, en categoría de Monumento Histórico, de cuatro importantes vestigios del Sistema de Fuertes del Biobío, entre ellos el Fuerte Talcamávida (1759), ubicado en la comuna de Hualqui.

Este reconocimiento no solo resalta el valor histórico y patrimonial del territorio, sino que también abre nuevas oportunidades de desarrollo turístico. En este contexto, el alcalde de Hualqui, Ricardo Fuentes Palma, que participó presencialmente en la sesión, valoró y agradeció la decisión del Consejo.

El alcalde Fuentes agregó que “este proyecto representa una gran oportunidad para el desarrollo cultural y económico de nuestra comuna. Continuaremos trabajando con fuerza para que Hualqui sea un referente en el turismo patrimonial del Biobío”.

Además del Fuerte Talcamávida en Hualqui, fueron aprobadas las declaratorias de los fuertes Mesamávida (1778) en Los Ángeles, Príncipe Carlos (1788) en Santa Bárbara y Ballenar (1788) en Antuco.

Precisamente, la alcaldesa de Antuco, Sandra Bobadilla Cisterna, también presente en la sesión, indicó que “para la comuna, donde se va a abrir el paso fronterizo hacia Argentina, esta nominación va a potenciar mucho más a la comuna en el ámbito turístico y económico”.

A su vez, la presidenta del Consejo de Monumentos Nacionales de Chile, Carolina Pérez Dattari, destacó el “valor histórico” de este sistema de fuertes, vinculado a tensiones del territorio y enfatizó la importancia de “interpretar esa historia desde el presente”.

Carolina Pérez, también subsecretaria del Patrimonio Cultural, agradeció el trabajo articulado con otras comunas que integran la llamada Ruta de los Fuertes, como Santa Juana, San Pedro de la Paz, Coronel y Lota, que junto a Hualqui están comprometidas con una puesta en valor conjunta del patrimonio regional.

Finalmente, en la sesión señalaron que esta decisión refleja el amplio alcance territorial del Sistema de Fuertes y su relevancia para la historia de la Región del Biobío y del país, al haber sido fundamentales para la vida fronteriza en torno al río Biobío, promoviendo intercambios culturales, mestizaje y relaciones sociales y económicas entre comunidades.