Este miércoles, el Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia CR2, de la Universidad de Chile, y el Centro de Recursos Hídricos para la Agricultura y la Minería (CRHIAM), de la Universidad de Concepción, presentaron el Informe a las Naciones “Seguridad Hídrica en Chile: Caracterización y perspectivas de futuro”, en la UdeC.
Entre sus conclusiones, el estudio reveló que las tasas de consumo de agua en la zona central del país son mayores a la capacidad de recarga de las reservas de agua subterránea. A causa de esto, el escenario actual se encamina al agotamiento absoluto de los recursos hídricos.
Sobre la importancia de esta jornada, Gladys Vidal, directora del CRHIAM, valoró la posibilidad de abordar estas temáticas en un contexto de cambio climático.
Martin Jacques, académico del Departamento de Geofísica UdeC e investigador del CR2, destacó tanto el diagnóstico realizado en el informe como las sugerencias que presenta.
La instancia contó con dos de los investigadores involucrados en la elaboración del texto. Uno de ellos, el climatólogo y profesor adjunto de la Universidad de Chile, Juan Pablo Boisier, resaltó los puntos principales del informe.
Agregó que utilizaron el concepto del estrés hídrico en el desarrollo del proyecto, el cual es un porcentaje que se calcula contrastando el uso de aguas con la disponibilidad superficial de este recurso. De esta manera, si el índice es alto, aumenta el riesgo de escasez hídrica.
En base a los resultados obtenidos en el informe, se concluyó que los índices de estrés hídrico en la zona central de Chile han experimentado una tendencia al aumento durante las últimas seis décadas. Estas cifras se explican por el aumento en el consumo de agua y, en menor medida, a la disminución en la disponibilidad hídrica superficial, que coinciden con un mayor uso de recursos hídricos de parte de la industria forestal y agrícola.
Problemas con la legislación
Uno de los temas mencionados en el informe es el Código de Aguas, el cual incluye disposiciones que se contradicen con las metas de seguridad hídrica. En ese sentido, el resguardo de los caudales ecológicos, que corresponden al flujo mínimo necesario para que un cuerpo de agua mantenga los hábitats acuáticos en un estado saludable, no cumple con los requisitos ambientales mínimos.
Sobre este punto, la hidróloga Camila Álvarez-Garretón, una de las académicas del CR2 que elaboró el informe, mencionó que de momento es complicado cambiar dicha legislatura.
Boisier complementó este punto, mencionando que hay otros instrumentos legales que se pueden utilizar para mejorar la seguridad hídrica.
Día cero: cuando se acabe el agua
Dentro del informe aparece el concepto de día cero, que hace referencia al momento en el que los recursos hídricos se agotan. En ese sentido, Jacques agregó que dicho escenario ya ha ocurrido en algunas localidades, pero como no ha llegado a zonas urbanas, se ha invisibilizado.
Sobre la situación del Biobío en este aspecto, Jacques enfatizó que hay zonas rurales en las que los altos índices de estrés hídrico han provocado que las comunidades se organicen para enfrentar esta situación. De esta manera, el estudio concluye que casi la mitad de la población rural vive dicha situación, aunque el informe agrega que este tipo de medidas no representan soluciones definitivas para el problema.
“Seguridad Hídrica en Chile: Caracterización y perspectivas de futuro” es el séptimo de los informes desarrollado por el CR2, los que buscan profundizar en los impactos del cambio climático desde una perspectiva inter y transdisciplinaria, y que reúnen y sintetizan evidencia científica relevante para respaldar la toma de decisiones.
El informe se encuentra disponible en el sitio web del CR2.