El ambiente estaba agitado en el Ministerio de Salud (Minsal) y en La Moneda el 13 de junio de 2020. Tras varias semanas de rumores, ese sábado por la mañana se confirmó que Jaime Mañalich, tras un año a cargo de esa cartera, sería reemplazado por Enrique Paris.

Entonces, varios integrantes de los gremios de la salud y de las sociedades científicas calificaron la decisión de Sebastián Piñera como una medida que daría nuevos – y necesarios- aires a las estrategias para controlar la pandemia de Covid-19. Pero, también, hubo quienes mostraron cierta reticencia al nombramiento del médico de 71 años, el mismo que presidió el Colmed en dos oportunidades y que integró el equipo asesor del Presidente durante su última campaña.

Desde ese día, mucha agua ha pasado bajo el puente. La crisis sanitaria parece haberse instalado en el país y, a pesar de los planes implementados, hoy Chile tiene que lamentar la triste cifra de más 30 mil 70 fallecidos a causa del virus SARS- CoV-2.

Tras 365 días de gestión de Paris, tres líderes de la salud reflexionaron sobre las decisiones del ministro. Una oportuna vacunación, poca escucha a lo propuesto por los gremios, y acciones tardías, son las aristas que más se repiten.

Carol Cid: “La última cama se ocupó hace meses, hemos tenido que improvisar unidades críticas”

“Con el cambio de ministro teníamos la esperanza de poder abrir canales de diálogo”, dice la vicepresidenta de la Federación Nacional de Asociaciones de Enfermeras y Enfermeros de Chile (FENASENF), Carol Cid. Desde Biobío, y haciendo eco de su rol gremial, ha estado en contacto permanente con parte de los siete mil profesionales que trabajan en hospitales públicos en todo el país y que integran la colectividad en la que figura como una de las líderes.

Es enfática sobre la percepción del Dr. Paris, ya que cuestiona -entre otros aspectos- lo que califica como una “pésima” comunicación de riesgo, lo tardío de las acciones, el poco reconocimiento que ha dado a sus colegas, y las limitadas instancias para generar acercamientos y diálogos.

Para Carol el reconocimiento va más allá de las distinciones públicas que realiza el ministro y donde, según señala, nunca alude al trabajo de enfermeros y enfermeras. Su crítica es que no se ha priorizado la prevención y promoción de la salud, tarea que recae sobre su gremio y que, desde su mirada, habría evitado que las cifras se acrecentaran.

La enfermera mencionó que la Federación cuenta con un Subdepartamento de Investigación, desde donde el año pasado intentaron instalar una “Estrategia Covid Cero”, que busca “encapsular” comunas o territorios con bajos índices de replicación del virus. Aunque este modelo arrojó buenos resultados en países como Australia y Nueva Zelanda, no lograron que el Minsal lo considerara para ser replicado en Chile.

Otra de sus preocupaciones tiene que ver con la disponibilidad de camas UCI y UTI, porque dijo que “la última se ocupó hace meses, y hemos tenido que improvisar unidades críticas”.

Finalmente, según Cid, la excepción a la regla de medidas tardías es la vacunación, debido a que los convenios con varias empresas han permitido que el proceso sea exitoso.

Paula de Orúe: “Veo un ministro cansado, agobiado y solo”

En esa última reflexión coincide la matrona y presidenta de la Sociedad Chilena de Salubridad, Paula de Orúe. Para ella, Paris “ha tenido aciertos y desaciertos” y uno de los puntos fuertes es el plan de vacunación, pues “el hecho de contar con las vacunas y poder distribuirlas por todo el país requiere de una gran coordinación”.

La académica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Concepción planteó que “las cuarentenas cada vez tienen menos impacto, se declara en una comuna y se reduce la movilidad en un 14% cuando debería ser un 30%. El ministerio toma esas medidas, pero el resultado a la larga no es muy determinante”, lo que lleva a pensar en continuar reevaluando las acciones.

Sostuvo también que como Sociedad no apoyaron la instalación del Pase de Movilidad, porque consideraban que no era oportuno, aunque agregó que fue útil para aumentar las tasas de inoculación entre los jóvenes.

“No lo veo con apoyo del resto del equipo político”, remató la profesional, sobre la situación actual del ministro.

Evelyn Betancourt: “No queremos aplausos, sí reconocimiento”

Siete mil 400 integrantes tiene la Federación Nacional de Trabajadores de la Salud (Fenats) del Biobío y desde 2017 la psicóloga Evelyn Betancourt es presidenta de la entidad. Parte de su rutina contempla reuniones con quienes se desempeñan en 27 establecimientos de la región, una tarea que le permite ser testigo de la afanosa labor que conlleva la emergencia sanitaria.

Para Evelyn, “manejar una pandemia es difícil para cualquier ministro” y considera que uno de los problema de la administración Paris tiene relación con la forma de comunicar, pues “los mensajes no han sido los más correctos en torno a cómo se habla sobre las preocupaciones que tenemos que tener y el autocuidado”.

Argumenta además que, a un año y medio de iniciada la pandemia, para los trabajadores de la salud cada vez se hace más difícil lidiar con el cansancio físico y mental, a lo que se suma que no tienen ninguna compensación económica extra por el aumento de sus cargas laborales, aunque son ellos quienes hoy se mueven en la delgada línea que separa la vida de la muerte.

La presidenta de la Fenats Biobío concluyó diciendo que “nosotros no queríamos aplausos, sino que el reconocimiento en torno a la labor que se está realizando”.