El informe de Amnistía Internacional 2021/22: La situación de los derechos humanos en el mundo detalla cómo, dos años después de empezar la pandemia, las Américas sigue siendo la región con más muertes causadas por Covid-19, en gran parte debido al acceso limitado y desigual a la atención sanitaria, a sistemas de salud pública con financiación insuficiente, y a políticas y medidas de protección social inadecuadas para las comunidades marginadas.

La impunidad por violaciones graves de derechos humanos y crímenes de derecho internacional sigue siendo motivo de gran preocupación en más de la mitad de los países de la región, al mismo tiempo que han aumentado los ataques contra la independencia judicial.

Erika Guevara, directora para las Américas de Amnistía Internacional, sostuvo que “es intolerable y una vergüenza que, en lugar de abordar las injusticias y las arraigadas desigualdades que afectan a las Américas desde hace generaciones y que agravaron el impacto de la pandemia, muchos gobiernos hayan tratado de silenciar y reprimir a quienes protestan pacíficamente y alzan la voz para reclamar un mundo más seguro, más justo y más compasivo”.

La región alcanza el segundo índice de vacunación per cápita más alto del mundo, con Cuba y Chile a la cabeza al vacunar a más del 90% de sus respectivas poblaciones, pero el acceso desigual ha debilitado la protección en países como Haití, donde al 10 de marzo se había vacunado a menos del 2% de la población.

“Muchos estados han hecho alentadores progresos en la vacunación de su población, pero deben hacer mucho más para asegurar el acceso equitativo y universal a las vacunas en todos los países y abordar al impacto socioeconómico de la pandemia, que ha afectado desproporcionadamente a quienes ya padecen múltiples formas interrelacionadas de discriminación y marginación, como las mujeres y las personas indígenas y afrodescendientes”, agregó Guevara.

El informe plantea además que la recuperación económica irregular del continente el año pasado tuvo poco impacto en las consecuencias de décadas de desigualdad estructural y resultó insuficiente para revertir la recesión económica de 2020, que empeoró las situaciones de emergencia humanitaria preexistentes en países como Haití y Venezuela, donde millones de personas siguen sin acceso a alimentos y atención sanitaria suficientes.

El «legado sombrío» de la administración Piñera

En el caso de Chile, sostiene AI, el gobierno de Sebastián Piñera dejó un «legado sombrío» en materia de derechos humanos, en particular en lo referido al estallido social. Según Fiscalía, de las más de 10 mil denuncias tan solo nueve han llegado a sentencias condenatorias. «La lucha por la verdad, justicia y reparación está más viva que nunca. El nuevo gobierno de Gabriel Boric debe avanzar hacia un plan integral de reparación para todas las víctimas, en la reforma estructural a Carabineros y adoptar todas las medidas necesarias para garantizar que estos hechos tan brutales no vuelvan a ocurrir nunca más», plantean.

En materia migratoria, señala este informe, los gobiernos de Canadá, Chile, Curazao, Estados Unidos, México, Perú y Trinidad y Tobago siguieron prohibiendo la entrada de personas refugiadas, solicitantes de asilo y migrantes, y violaron el derecho internacional al deportar sin estudiar debidamente sus solicitudes, a quienes consiguieron cruzar sus fronteras.

La crisis migratoria que vive el país, recalcaron, se debe a que «las autoridades de gobierno no han sido capaces de atender a esta situación de manera seria y desde la perspectiva de los derechos humanos, por el contrario, se han dedicado a afrontar el tema exclusivamente desde la óptica de seguridad nacional y militarizando la zona». Durante 2021, al menos 20 personas extranjeras murieron tratando de ingresar al país y otras 500 personas fueron expulsadas sin el debido proceso, en el marco de una nueva ley de migración que, «si bien tiene algunos puntos positivos, limita severamente la capacidad de las personas migrantes y en busca de protección a regularizar su situación una vez llegado a Chile, abriendo un espacio para innumerables abusos».