Un importante paso hacia la meta de transformarse en una región carbono neutral al 2050 dio el Biobío con la aprobación del proyecto Gobernanza para hoja de ruta hacia la carbono neutralidad del Biobío 2050, impulsado por el Gobierno Regional del Biobío y a ser ejecutado por el Instituto Profesional Virginio Gómez.

La iniciativa, aprobada por el pleno del Consejo Regional, establecerá una gobernanza que busca trascender a los gobiernos actuales y orientar las acciones tanto del sector público, privado y sociedad civil. Para ello, en un plazo de 24 meses, trazará una ruta hacia la neutralidad de carbono y la resiliencia regional para el año 2050.

Junto con valorar la puesta en marcha de la iniciativa, el gobernador Rodrigo Díaz señaló que este hito refrenda el compromiso adquirido en la pasada COP27. «Cuando desde el Gobierno Regional tomamos la decisión de viajar a algún lugar o de comprometer alguna acción, es para que ocurran cosas. Cuando el año pasado, junto con la presidenta de la Comisión de Medio Ambiente, concurrimos a la COP27 en Egipto, lo hicimos con el afán de avanzar en los compromisos de los gobiernos subnacionales para que ocurran cosas que permitan luchar contra el cambio climático», aseguró Díaz.

Por su parte, la presidenta de la Comisión de Medio Ambiente del Consejo Regional, Ana Araneda, indicó que este programa sitúa a Biobío «como referencia a nivel nacional en las temáticas que está viviendo el mundo».

La consejera Araneda indicó además que el objetivo es «generar distintos programas y planes que engloben todo el trabajo medioambiental (…) esta oportunidad de gobernanza nos va a permitir reunir todos estos elementos y poder tener una acción mucho más eficaz».

Asimismo, profundizó en los aspectos ambientales que impulsan el desarrollo de estas iniciativas.

Entre las principales acciones del proyecto, que cuenta con financiamiento regional por casi 900 millones de pesos, se encuentra el levantamiento de líderes regionales en la carbono neutralidad, la conformación de una gobernanza, el análisis de políticas y proyectos regionales, la identificación y monitoreo de indicadores clave y la elaboración de una batería de iniciativas de inversión.

En cuanto a su impacto, se formará a cerca de mil líderes regionales, cincuenta Mipymes serán asesoradas para facilitar su certificación ambiental y cien personas del Biobío obtendrán certificados de la Red Iberoamericana de Medio Ambiente.