La crisis sanitaria mundial producto de la pandemia de Covid-19 o la urgencia ambiental evidenciada en diversos informes entregados por organismos internacionales, han relevado nuevamente a las ciencias y la investigación, como única esperanza de encontrar una solución a estas problemáticas.

Sobre el valor de las ciencias y una nueva Constitución para Chile, conversamos con Juan Pablo Henríquez, académico e investigador de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Concepción, en un nuevo episodio de Foro Constituyente UdeC.

Ante la pregunta ¿Cómo las ciencias deben ser incluidas en la nueva Constitución?, el académico indicó que primero deben ser consideradas «como algo que tiene que permear en todas las esferas de la sociedad», esto es, según indicó, en tres aspectos: la presencia siempre de la evidencia en la toma de decisiones, la ciencia enmarcada en nuevas organizaciones políticas y la concepción de la ciencia como un derecho humano.

Para el investigador estos tres aspectos a considerar decantan en un cuarto elemento: el financiamiento.  Por ello, planteó la interrogante: «¿Qué y para qué se financia la ciencia en Chile?». 

La ciencia está reconocida en la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948) y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (1966). Consultado sobre esta definición y cómo puede ser plasmada en la redacción de una nueva Carta Fundamental, el investigador sostuvo que, por un lado, se debe garantizar la participación del progreso científico y, además, ser parte «de las decisiones relativas sobre hacia dónde se orientan las ciencias». 

Sobre el proceso constituyente y la participación de las «convencionales científicas»: Cristina Dorador, Lorena Céspedes, Elisa Giustinianovich y María Elisa Quinteros; el académico UdeC manifestó que su labor será crucial para que se considere y se entienda en el debate «a las ciencias como un derecho humano esencial para el cumplimiento de otros derechos humanos, como -por ejemplo- a la alimentación, la salud, la soberanía alimentaria, la educación, y medio ambiente». 

«El otro gran beneficio al que las personas tienen derecho, es al conocimiento y a la información (…) centrales para logar una democratización de las ciencias», aseguró. Finalmente, el científico planteó que «el rol crucial que juega la aproximación científica de los problemas en la educación de ciudadanos que sean críticos y capaces de participar en una sociedad democrática». 

Por último, sobre la centralización de la investigación científica y la labor que cumplen las regiones para volcar esta situación, Henríquez indicó que es necesario «transparentar que esto es una problema y que cada región del país tiene realidades diferentes».

Al cierre, el académico UdeC destacó la labor que cumplen iniciativas como Foro Constituyente UdeC, precisamente, en el proceso de descentralización, argumentando que «si bien nació como un proyecto para proveer de insumos e información a la población, tiene una naturaleza regional (…) donde se ha podido debatir sobre problemáticas locales y cómo compararlas con problemáticas que son locales, pero en otros territorios».

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