Este martes, y luego de años de un debate que estuvo suspendido producto del estallido social y la pandemia, el Gobierno anunció una serie de indicaciones para reactivar la discusión legislativa en torno al proyecto que busca reducir la jornada laboral de las actuales 45 a 40 horas semanales.

Desde el Palacio de La Moneda, el Presidente Gabriel Boric, junto a las ministras del Trabajo, Jeannette Jara, y la ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo, sostuvo que el aspecto central de estas propuestas se enmarca en la gradualidad para concretar la baja de horas laborales y así no se generen efectos nocivos sobre la economía y el empleo.

En la actividad, la ministra Vallejo recordó la tramitación de la iniciativa desde que se ingresó en marzo de 2017, por Karol Cariola y la propia Vallejo en su rol de diputadas, y durante la administración del expresidente Sebastián Piñera.

Faltó mayor apoyo y hoy que somos Gobierno nos llena de orgullo poder darle el apoyo que le faltaba al proyecto original, porque como parlamentarios no podíamos hacer mucho más”, dijo Vallejo.

Desde el Gobierno destacaron que, para integrar las opiniones y posturas que hay sobre el tema, se realizaron 26 sesiones de audiencias públicas y abiertas, en las que participaron más de 200 organizaciones representantes de la diversidad de actores del mundo del trabajo.

En ese sentido, la ministra del Trabajo hizo énfasis en los diálogos impulsados por el Gobierno y destacó a las cerca de 150 empresas que se adelantaron al proyecto y que ya cuentan con una jornada laboral de 40 horas.

Por su parte, el presidente Gabriel Boric recordó que en el pasado ya hubo voces que se opusieron a rebajar la jornada laboral de 48 a 45 horas. Sin embargo, dijo, “se ha ido generando una transversalidad que me parece tremendamente destacable”.

Finalmente, sobre los tiempos de tramitación de la iniciativa en el Congreso, Boric detalló que “le hemos puesto una urgencia razonable pero con la convicción de que tiene que avanzar”.

Indicaciones

Las indicaciones profundizan de manera integral la propuesta original de reducción de la jornada ordinaria del artículo 22 del Código del Trabajo, considerando otras regulaciones contempladas en este.

Se incorporan modificaciones a la regulación sobre exclusión de la limitación de jornada, jornada parcial y jornadas excepcionales. Así, la disminución de jornada laboral extiende sus efectos directos a más de 4 millones de trabajadoras y trabajadores.

Además, propone una implementación escalonada de la reducción de jornada, sin distinción por tamaño de empresa, para reducir la jornada a 40 horas en un plazo de 5 años; a 44 el primer año, a 42 el tercer año y a 40 el quinto año.

También hay indicaciones que apuntan a generar descanso efectivo y a medidas de corresponsabilidad. Sobre la primera, apunta a casos específicos donde no sea posible materializar una disminución efectiva de horas de la jornada, se generarán mecanismos de compensación, como días libres.

En el caso del segundo punto, la reducción de horas de trabajo debe ir acompañada de medidas de corresponsabilidad social, que enfrenten la desigual repartición de las tareas de cuidados y del trabajo no remunerado, el que recae principalmente en las mujeres.

En materia de responsabilidad económica. La reducción de la jornada debe implementarse con cuidado y responsabilidad sobre los efectos que pueda tener en la economía, protegiendo el empleo y las remuneraciones.

Finalmente, se incorporan los avances tecnológicos vigentes en la regulación del registro de asistencia y control de jornada, además de mecanismos que permitan adaptar las condiciones laborales a las necesidades personales y familiares de las y los trabajadores. Estos mecanismos apuntan, además, a dar prioridad a las personas cuidadoras, otorgándoles mayor soberanía sobre sus tiempos de trabajo y cuidado.