La imagen de un «tapón» de alrededor de 800 toneladas de basura en el río Mapocho, que se conoció durante los días en que un sistema frontal azotaba con fuerza a la zona centro sur del país, sirvió como un recordatorio de la magnitud de la crisis provocada por la generación de residuos, en particular, los plásticos de un solo uso.

Las primeras regulaciones de la Ley de plásticos de un solo uso comenzaron a regir en Chile en febrero de 2022, con la prohibición para todos los locales de expendio de alimentos de entregar cubiertos, revolvedores y bombillas de plástico, además de productos de plumavit. Los supermercados, por su parte, tienen la obligación de vender y recibir botellas retornables en sus canales de venta físico y online.

En medio de este panorama, la coalición Supera el Plástico -integrada por más de una decena de organizaciones de la sociedad civil- lanzó la primera encuesta sobre percepción ciudadana respecto a la contaminación por este material y a la ley que regula los plásticos de un sólo uso y las botellas desechables. El estudio mostró que la contaminación por estos desechos está dentro de las tres principales preocupaciones ambientales de las personas, superada sólo por la escasez hídrica y la crisis climática.

Entre las personas encuestadas, el 88% está de acuerdo en que se necesita actuar a nivel nacional y un 85% piensa que el Estado debe abordar la contaminación por plásticos de un sólo uso. A la vez, 8 de cada 10 personas prefieren locales de comida que no entreguen utensilios plásticos y un 74% señaló que es la problemática en la que pueden aportar soluciones más directamente.

Respecto de la Ley de plásticos de un solo uso, sin embargo, la encuesta arrojó escaso conocimiento de esta normativa, ya que apenas un 18% de los encuestados dijo conocerla en su totalidad.

Macarena Guajardo, directora de Fundación Basura y vocera de la coalición Supera el Plástico, planteó en Nuestra Pauta que «tenemos una gran preocupación e interés por parte de las personas, pero al mismo tiempo existe una brecha respecto del instrumento normativo (…) Hay un deber que tenemos como sociedad de acercar estas temáticas».

En esta línea, relevó la gravedad de la actual situación, señalando que «es un problema de salud pública, no es un tema de medioambiente como se le suele tratar».

Responsabilidad y acciones en todos los niveles

Consultada por las responsabilidades entre estado, empresas y consumidores, Guajardo afirmó que «más que ‘tirarnos la pelota’, lo importante es poder entregar a cada uno de los actores la información para que sepamos qué tenemos que hacer».

Las personas no sólo pueden rechazar bombillas u otros productos plásticos que no se ajusten a la ley, también pueden acercarse a los municipios, que cuentan con facultades fiscalizadoras y con la posibilidad de cobrar multas a los comercios que incumplan la normativa vigente, sin embargo, la vocera de Supera el Plástico afirmó que «esa no es la idea, esperemos que ojalá todos los actores puedan cumplir con la ley».

A nivel de estado, planteó, el desafío es «desplegar más esfuerzos y más recursos para implementar campañas de educación socioambiental que permitan acercar estas temáticas tan importantes a la vida diaria de las personas».

Precisamente, una forma de aportar en la vida diaria tiene relación con el manejo de la basura producida a nivel individual. «Nuestros residuos son gran parte de las emisiones que generamos en el mundo, entonces el llamado que hacemos es a tomar conciencia, sensibilizarse y hacer esta reflexión profunda en torno a cómo habitamos el planeta y cómo queremos dejárselo a las futuras generaciones», manifestó Guajardo.

La crisis climática también ha acelerado la creación de emprendimientos sustentables, como las llamadas «Empresas B», sin embargo, no basta sólo con las buenas intenciones. Desde la coalición Supera el Plástico reconocen que el ritmo de transformación es lento y plantearon la necesidad de contar con mejores instrumentos regulatorios ya que, en la actualidad, «contaminar es mucho más barato».

Finalmente, Macarena Guajardo afirmó que «nuestro llamado no es a dejar de vivir de manera cómoda, sino que a reemplazar o cambiar hoy algunos pequeños hábitos que harán que el día de mañana haya mejor bienestar (…) Que las decisiones que tomemos puedan contribuir a que el presente y el futuro sean mejor».

Las organizaciones que conforman la coalición Supera el Plástico son: Alianza Basura Cero, Ceus, Ecosur, Fundación Basura, Fundación El Árbol, Fundación Lenga, Greenpeace, Oceana, ONG FIMA, Plastic Oceans Chile, Rada y Uno Punto Cinco. Los detalles de la encuesta están disponibles en https://www.superaelplastico.cl

Revisa aquí la entrevista completa: