Con el objetivo de fortalecer las capacidades del Estado en el combate del crimen y la violencia, fue promulgada la ley que crea el Ministerio de Seguridad Pública.

La nueva secretaría de estado tendrá la misión de formular, diseñar y evaluar las políticas y estrategias nacionales tendientes a prevenir y combatir el crimen organizado nacional y transnacional, el narcotráfico y los actos terroristas, debiendo para ello coordinar y promover el trabajo conjunto con la Agencia Nacional de Inteligencia, las Fuerzas de Orden y Seguridad Pública y los demás organismos competentes en la materia.

El Presidente Gabriel Boric afirmó que “estamos dando un paso hacia adelante para enfrentar los tremendos desafíos en materia de seguridad, poniendo siempre en primer lugar el bienestar de las familias chilenas”.

“Todo esto lo hemos ido resolviendo en conjunto, con una mirada de estado, más allá de las disputas políticas del día a día”, agregó.

Esta institucionalidad, planteó el mandatario, “permitirá que Chile cuente con un Estado más fuerte y moderno para enfrentar el crimen, para reforzar la coordinación entre quienes trabajar por la seguridad y fortalecer la prevención del delito”.

Boric recalcó que “a la violencia, a las nuevas formas del delito, hay que responder con inteligencia, con firmeza y con unidad”.

Entre los asistentes a la promulgación estuvo el senador PS por Biobío, Gastón Saavedra. El parlamentario afirmó que se trata de un “avance histórico que permite organizar de mejor forma la administración interior del Estado”.

Una visión similar expuso el delegado presidencial regional (s), Humberto Toro, quien además relevó el factor “territorial” como uno de los principales avances asociados a la creación de este nuevo Ministerio.

El Ministerio contará con dos subsecretarías: de Seguridad Pública y de Prevención del Delito, y Secretarías Regionales Ministeriales (Seremis) de Seguridad Pública, que representarán al ministerio en cada región. Además, existirán los Departamentos Provinciales de Seguridad Pública, cuyo territorio podrá comprender una o más provincias de la misma región, de acuerdo a criterios de distancia, conectividad, entre otros.

En paralelo, el Ministerio del Interior fortalecerá su rol tradicional de jefatura de gabinete y estará a cargo de la coordinación política de los ministerios, el seguimiento programático y la articulación intersectorial. Quedará integrado por las subsecretarías del Interior y de Desarrollo Regional, manteniendo su expresión regional en las y los delegados presidenciales.